Poseedora del récord de la cerveza más fuerte del mundo junto con la Armageddon, los escoceses de la cervecera Brewmeister regresan con una cerveza aún más fuerte, la Snake Venom. Esta cerveza realmente lo merece.
Elaborada con levaduras de cerveza y de champán, su composición introduce también malta con turba. Todo ello es sometido a un proceso de congelación siguiendo el método de la cerveza Eisbock para retirar los cristales de agua y así aumentar la densidad de la bebida.
Esta cerveza ofrece al catador una experiencia extraordinaria. Emerge en el vaso luciendo una capa de color negro intenso y profundo. No genera espuma. En nariz es muy afrutada, con un intenso aroma de levadura.
No obstante, es en boca donde esta cerveza extrema libera toda su complejidad con un increíble sabor de limón, manzana y cereza. Todo ello relativamente equilibrado sin que el alcohol incordie el resto de la degustación. El final muestra un matiz de alcohol y de amargor.
Sorprendentemente, a pesar de su graduación (67,5 %)
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