Los 10 mitos Venezolanos más conocidos y populares
Es una historia de carácter fabuloso, que forma parte de la tradición
de una sociedad, y que se transmite por comunicación oral. Antiguamente
los mitos se caracterizaban por tratar de seres con poderes de dioses o
héroes, relacionados con fuerzas de la naturaleza y la condición humana.
En este artículo te presentamos 10 mitos venezolanos de temáticas diversas. Muchos de ellos incluyen lecciones de vida o datos curiosos de este hermoso país.
Los mitos: ¿qué son?
Con el paso del tiempo, se podría decir
que los mitos se han ido modernizando y que cada vez conciernen ámbitos
más urbanos y de las sociedades actuales.
Así que una definición
de mito que hoy se ajustaría más a nuestros tiempos, sería el de
aquella historia imaginaria de carácter surrealista, que puede modificar
las verdaderas cualidades y características de una persona o cosa, y
otorgarles más valor del verdadero.
Al tratarse de historias que
se transmiten de generación en generación, a nivel oral, estos pueden
cambiar de forma o contenido en mayor o menor medida.
Venezuela es un país rico en mitos e historias curiosas. La mayoría de ellos tiene por origen un hecho trágico, que finaliza con una condena social o a veces, con una intervención espiritual o divina.
Algunos
de estos mitos venezolanos guardan un mensaje de advertencia que
previene a quien lo oye de abstenerse de hacer ciertos actos inmorales o
indebidos. Ahora sí, os traemos un resumen de los 10 mitos venezolanos
más destacados.
La sayona
El primero de los mitos venezolanos que os vamos a contar se llama “La sayona”.
Esta historia es uno de los mitos de Venezuela más populares. Cuenta la
historia de una mujer hermosa llamada Melisa, casada con un hombre
bondadoso y cariñoso, con el que comparte un bebé de 9 meses.
Melisa
tiene por costumbre bañarse en el río y un día, descubre un individuo
malintencionado que la observa con frecuencia. Así que un día Melisa le
pregunta al hombre que por qué la observa, el cual responde que lo que
él quería era advertirle de que se marido le es infiel con su propia
madre.
Melisa, presa de la rabia y la desesperación, sale
corriendo a su casa, y muerta de celos, incendia, la casa con su marido y
su bebé dentro. Después va a casa de su madre a reclamarle
explicaciones y ella lo niega todo. Melisa, presa de la ira la mata y
ella antes de morir le dice: “Jamás te mentí y tú cometiste el peor
pecado, por lo que yo te condeno, sayona”.
La palabra Sayona hace
referencia al atuendo o vestimenta (saya) blanca que usa la mujer. Las
historias relatan que suele aparecerse a hombres mujeriegos, en forma de
mujer seductora. Al seducirlos, la mujer cambia su aspecto por uno
horrendo de afilados dientes, y sus víctimas mueren horrorizadas o
huyen.
Juan Hilario
La historia de Juan Hilario narra la historia de un personaje que acudía a la fiestas a cortejar a las mujeres y beber.
Un noche, Juan Hilario se dirige al pueblo cercano cuando se encontró
con un amigo que le advirtió de la peligrosidad de la noche por los
relámpagos y lluvia. Juan Hilario hace caso omiso y se marcha.
Por
el camino comienza a escuchar el famoso silbido: “Compadre, váyase para
su casa, que yo me voy para la fiesta, a mí no me va a meter miedo”.
Y
de pronto empieza a recibir golpes. Para defenderse, él golpea
fuertemente al aire, y exhausto cae al suelo. Juan Hilario describió
después al individuo fantasmal que lo había golpeado y su amigo le dice,
quedando en la leyenda la frase: “Te lo dije Juan Hilario, esos no son
juegos…”.
El silbón
El siguiente de los mitos venezolanos es “El silbón”. El silbón es uno de los mitos más populares.
Narra la historia de un joven malcriado que insiste a su padre para que
cazara a un venado (animal vacuno), para así comer sus vísceras.
Así
que su padre sale de caza, pero al tardar demasiado, el joven va a
buscarlo. Al encontrarlo, y ver que no había cazado nada, el joven lo
mata y lo destripa, llevándose sus vísceras a la casa. Éste las entrega a
su madre y ella las cocina. Al cabo de unas horas, ella nota algo raro y
su hijo finalmente le confiesa el asesinato. Ella lo maldice, manda a
su hermano a azotarlo y le arroja picante en las heridas.
Se dice que recordar y narrar su sufrimiento libra al oyente de su
aparición. Este espíritu aparece en las noches oscuras de mayo a los
individuos que van de fiesta con ropas rasgadas y silbando unas notas
musicales las cuales suenan como un silbido.
La loca luz caraballo
Se dice que una mujer perdió a sus dos hijos, en la guerra de la independencia, quienes “se fueron detrás del hombre a caballo”.
Ella enloquece por la pérdida y su alma vaga por los tierras yermas en
busca de sus hijos perdidos. Quizás es uno de los mitos venezolanos más
tristes.
El ánima sola
Historia parecida a la anterior, probablemente derivada de ella. Cuenta la historia de una mujer combatiente en la guerra de la independencia que murió en una batalla. Es un alma errante y sola que aterroriza a quienes han actuado mal.
María Lionza
Otro de los mitos venezolanos es “María Lionza”.
Este mito narra la leyenda de Yara, hija del jefe de una tribu, que
nació con unos ojos color verde agua. El chamán de la tribu predijo que
ella debía ser sacrificada a la gran anaconda o de la contrario, traería
la maldición al pueblo. Su padre la escondió en una cueva, custodiada
por guardianes, de la cual no podía salir.
Ella tenía por
prohibición mirarse reflejada en el agua del lago que había fuera de la
cueva. Una noche, una misteriosa fuerza adormeció a los guardianes y la
niña consiguió escapar. Ésta se acercó al lago y vio su reflejo,
quedando así encantada.
El dios del agua Anaconda salió y se
enamoró de ella. Su padre intentó separarlos, pero la Anaconda, se
reveló y causó una gran inundación que acabó con toda la aldea. Desde
entonces, Yara se convirtió en la protectora de las aguas, la naturaleza
y el amor y recibió el nombre de María Lionza.
El pozo del cura
Este mito se ubica en el estado Vargas, concretamente en un pozo turístico muy profundo.
Se dice que debe su nombre a un cura de la zona que solía bañarse en
sus aguas, en compañía femenina. Un día, bañándose solo, el cura fue
tragado por las aguas y su cuerpo nunca se encontró. Desde entonces, su
espíritu aparece en la superficie pidiendo auxilio.
El carretón de la muerte
Otro de los mitos venezolanos es “El carretón de la muerte”.
Este mito habla de la aparición de una carreta que viaja sin caballos
ni jinete que la guíe. Va dando tumbos en la calle sin ninguna dirección
concreta y recogiendo un montón de restos humanos.
La llorona
El mito venezolano de la llorona trata de una mujer joven que solía gritar desesperada: “Mi hijo, mi hijo”. Se dice que esta mujer ataca a todo aquel que se encuentra con ella.
Dicen
que el origen es que esta mujer mataba a sus hijos cada vez que nacían,
que un día confesó sus pecados a un sacerdote y éste le dijo que, la
próxima vez que diera a luz, antes de matar a su hijo, le diera de
mamar. Entonces este acto hizo que ella sintiera un gran arrepentimiento
y desde entonces vaga llorando y buscando desesperada a sus hijos.
La bola de fuego
El último de los mitos venezolanos es este que habla de una bola de fuego que se desplaza dando vueltas como una rueda.
Al mirarla se ve una figura que recuerda a la de un esqueleto. Se dice
que es fruto del alma de un obispo que cometió un grave pecado y que si
se reza, la bola se acerca hasta quemar y por el contrario debe
maldecirse para que se aleje.
bg
Comentarios
Publicar un comentario