Doctor Holmes se convirtió en el primer asesino serial de la historia de Estados Unidos
A finales del siglo XIX, un hombre de gran magnetismo y fuerte poder de seducción acabó convirtiéndose en uno de los primeros asesinos en serie de Estados Unidos, precisamente, al mismo tiempo que Jack el Destripador en Reino Unido. Alto, apuesto, con aire distinguido y siempre elegantemente vestido, el Doctor Holmes era una de las mentes más perversas de la era moderna. Su objetivo, la ciudad de Chicago, donde cientos de personas fueron asesinadas en el conocido como el ‘Hotel de los Horrores’.
Tras sus paredes se escondían infinidad de trampas, pasadizos secretos, cuartos insonorizados y habitaciones de castigo. Fue allí donde este Don Juan del crimen desplegó todos sus “encantos”.
Sin embargo, el subsuelo y los pisos superiores estaban plagados de cientos de trampas, escaleras que no llevaban a ningún lado, dormitorios secretos, cuartos sin ventana, puertas correderas, laberintos y pasillos ocultos. Además, colocó decenas de mirillas en las paredes, desde donde Holmes podía observar a escondidas a sus clientes. El control sobre sus huéspedes era casi abrumador. Para vigilar todos sus movimientos, se valió de una instalación eléctrica ubicada bajo el parquet. De este modo, Holmes siempre les encontraría.
Su sadismo era extremo. Podía terminar con la vida de cualquiera cuando quisiera. Resultaba de lo más fácil. Con sólo abrir unos grifos de gas, podía asfixiar a los ocupantes de varias habitaciones.
Este hombre logro matar a más de 200 persona, los esqueletos de las víctimas eran vendidos a escuelas de medicinas.
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