¿Encontraron una momia dentro de una nave en la Luna? La insólita historia que circula en la Red
De acuerdo a presunto ex astronauta de la Misión Apolo 20,
la mujer a la que denominó “Mona Lisa” estaba en perfecto estado de
conservación. Conozca acá su inquietante crónica.
Como sacada de una intrigante película de ciencia ficción. Así es la
historia que dio a conocer en 2007 el supuesto ex astronauta William Rutledge,
quien afirmó que participó en la exploración de una antigua y gigantesca nave
espacial atascada en la superficie de la Luna. Por increíble que parezca, este
relato es aún más impactante de lo que se imagina, pues incumbe a la momia
perfectamente conservada de una mujer…
Rutledge es un jubilado belga-estadounidense que ahora vive en Ruanda, África.
En una entrevista radial, aseveró haber trabajado en dos misiones a la Luna,
incluyendo el fallido Apolo 19 y el Apolo 20, que dice que fue lanzado
secretamente en agosto de 1976 desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea de
Estados Unidos.
Curiosamente, ambas fueron realizadas en forma secreta y conjunta entre
Estados Unidos y la Unión Soviética debido a la alta importancia de
lo que se quería investigar: un objeto de enormes proporciones apostado
en el lado oscuro de la Luna. El hallazgo de este aparato había sido realizado
por la misión Apolo 15 desde el espacio.
Cabe recordar que oficialmente las misiones Apolo, destinadas a la Luna,
fueron solo siete: Del Apolo 11 al Apolo 17, de manera tal que el resto es
parte de una teoría conspirativa difundida en la web que explicamos a
continuación.
Siempre según Rutledge, el Apolo 18, orbitó la zona para confirmar los
datos, el Apolo 19 habría tenido errores de telemetría que le impidieron
aterrizar. En tanto, el Apolo 20 consiguió lo que nunca antes se había
podido concretar: regresar a la Tierra con evidencias concretas de vida
extraterrestre.
Junto a la estadounidense Leona Snyder, y el ruso Alexei Leonov alunizaron
cerca del objetivo en 1976. Allí encontraron una nave de más de tres kilómetros
de extensión, la que parecía haber sido abandonada hace mucho tiempo atrás.
Cuando lograron ingresar en su interior, encontraron algunos artefactos y
dos cuerpos que pensaron que eran los pilotos. Uno de ellos lucía en excelente
condición y parecía ser femenino. Un segundo cuerpo estaba demasiado
deteriorado y solo se recuperó la cabeza.
Presentamos su asombroso y polémico relato:
“Entramos en el interior de la gigantesca nave espacial, y también entramos
en otra nave triangular que se encontraba dentro de la gran nave. La
exploración determinó que se trataba de una nave nodriza muy antigua, que
navegó el espacio hace por lo menos mil quinientos millones de años. Había
muchas señales de biología en su interior, encontramos vestigios de antiquísima
vegetación en una especie de “motor” en la sección donde estaban. También
encontramos rocas especiales triangulares que emitían “lágrimas” de un líquido
amarillo que aparentemente tienen algunas propiedades medicinales especiales y
por supuesto, restos de otras criaturas extra solares”.
“También encontramos restos de pequeños cuerpos alienígenas (10 cm) que
yacían en una enorme red de tubos de vidrio a lo largo de la nave. Dicha red
fue llamada “Ciudad Lunar” aquí en la Tierra, poco después de nuestro regreso.
Pero el gran descubrimiento, -aparte de la monstruosa nave- fue el de los dos
cuerpos, uno de ellos prácticamente intacto. La “Ciudad Lunar” fue también
llamada “Estación Uno”, pero estaba tan deteriorada que parecía ser una red de
tubos conteniendo verdadera basura espacial, llena de chatarra y piezas de oro.
Sólo una construcción parecía intacta, la cual nombramos la “Catedral”. Tomamos
fotos de cuantas piezas de metal encontramos, y de cada parte donde había
muestras de caligrafía. La “Ciudad Lunar” parecía ser tan antigua como la
nave”.
“No recuerdo quién nombró a la mujer -el cuerpo recuperado-, si Leonov o yo,
pero esta es mi descripción: Humanoide, mujer, 1.65 metros, con genitales,
cabello, y seis dedos. Función: piloto, encontrada con dispositivos de
navegación fijados en los dedos y los ojos. Tuvimos que cortar dos cables
conectados a la nariz. Leonov tuvo que cortar los dispositivos conectados a los
ojos. Concreciones de sangre o líquidos biológicos fueron derramados a través
de la boca, la nariz, los ojos y algunas partes del cuerpo. No tenía ropa,
traje espacial o vestimenta alguna”.
“Algunas partes del cuerpo se encontraban en condiciones
inusuales de preservación, (como el pelo) y la piel estaba protegida por una
delgada capa transparente. Como dijimos al control de la misión, por su
condición, no parecía estar ni muerta ni viva. No teníamos entrenamiento
médico, por supuesto, pero Leonov y yo realizamos una prueba fijando nuestro
equipo biomédico en el cuerpo de la mujer, pero para sorpresa de todos, la
telemetría recibida y verificada por uno de los médicos del equipo del control
de la misión en la Tierra fue positiva. Aparentemente se encontraba en un
profundo estado de hibernación o animación suspendida. Pero esa es otra
historia”.
También encontramos un segundo cuerpo, prácticamente destruido, pero
trajimos de vuelta la cabeza. La piel era de color azul-gris, azul pastel. La
piel tenía algunos detalles extraños por encima de los ojos y la parte
delantera, además tenía una correa alrededor de la cabeza, sin ninguna
inscripción. El “cockpit” de la nave nodriza estaba lleno de escrituras y estaba
formado por largos tubos semi hexagonales. Ella está en la Tierra (“Mona Lisa”)
y no está muerta, pero prefiero publicar otros vídeos antes de contar lo que
pasó después”.
Cuando se le preguntó a William Rutledge si temía que sus declaraciones
podrían tener consecuencias, éste contestó: “Soy el denunciante. ¿Qué pueden
hacer la NASA o la USAF ahora? Bloqueo o demandarme a sería un reconocimiento.
Pueden hablar de engaño o ficción”.
bg
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