La pepita de oro más grande del mundo
Los mineros John Deason y Richard Oates no imaginaban la suerte que
les esperaba el 5 de febrero de 1869, pero jamás olvidarían ese día. En
el estado de Victoria en Australia, estos dos obreros se toparon con la pepita de oro más grande jamás encontrada
hasta la fecha. El hallazgo tuvo lugar cerca de Moliagul y la gran
pepita, de 72 kilogramos, recibió el nombre de Welcome Stranger.
Aquel día John Deason realizaba su trabajo alrededor de un árbol
cuando a pocos centímetros de la superficie se topó con algo duro. En un
primer momento pensó que se trataba de una piedra, pero tras dar
algunos golpes más y retirar las raíces del árbol vio asomar la pepita.
No sin esfuerzo, haciendo palanca, consiguió sacarla a la superficie. Lo
más curioso de la historia es la proximidad de esta piedra de oro a la
superficie terrestre, cualquier persona podría haberla encontrado.
Tras el descubrimiento, Deason mandó llamar a su compañero Richard
Oates que le ayudó a trasladar la enorme pepita hasta su cabaña. Durante
toda la noche ambos mineros se dedicaron a quitar el cuarzo que rodeaba
a la pepita. Al romperse el cuarzo iba dejando pepitas de oro
repartidas por el pavimento de la vivienda. Entregaron algunas de ellas a
familiares y amigos. Otra buena parte fue vendida al bando y todavía se
guardaron una pequeña parte del oro.
El banco de Londres hizo la compra de oro
de la mayor parte de la gran pepita. La fundieron y obtuvieron 2.280
onzas de oro con una calidad superior a los 23 quilates. La entidad
bancaria pagó la pieza un total de 9.563 libras. Hasta la fecha,
continúa siendo la pepita de oro más grande que se haya encontrado
jamás. Tal es así, que en el lugar donde apareció la pepita se ha
levantado un poste conmemorativo para recordar el hallazgo.
La piedra medía un total de 61 x 31 centímetros y su peso alcanzó los
72,04 kg. En CIODE queremos destacar que una década antes, en el mismo
estado, se halló a la hermana pequeña de la gran pepita de oro que
recibió el nombre de Welcome Nugget y pesó 68 kg. Desde entonces se han
encontrado varias pepitas de oro, pero ninguna de semejante envergadura.

bg
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