EL TURISMO ESPACIAL YA ESTA CERCA, (SOLO SI ERES MILLONARIO)
HOUSTON — En una era en la que las personas privilegiadas buscan
constantemente experiencias con las cuales obsesionarse para publicar en
sus redes sociales, el espacio sí que es la frontera final; un lujo que
solo puede pagar el uno por ciento del uno por ciento. Brad Pitt y Katy
Perry son algunos de los que, según reportes, han desembolsado 250.000
dólares para viajar en una de las naves espaciales de Virgin Galactic,
propiedad de Richard Branson, impávidos ante una prueba de vuelo
realizada en 2014 en la que la nave se estrelló y un piloto murió.
En la
actualidad varias empresas desarrollan cápsulas para viajes privados fuera de la
órbita terrestre, con cocteles, diseños retro-futuristas y claro, no puede
faltar WIFI.
Hacer un viaje de
estos “solo” cuesta 55 millones de dólares.Ahora una empresa llamada Axiom Space les está dando a los que tienen montones de dinero y un espíritu aventurero algo nuevo que desear: el prospecto de un viaje de ocho días al espacio, lleno de lujos, aunque no totalmente cómodo, y que cuenta con algo del esplendor de la NASA.
Lo básico: el costo y la claustrofobia
La
estación que diseñó Starck supuestamente se inaugurará en 2022, pero
Axiom dice que pueden comenzar a poner en órbita a los viajeros curiosos
desde el año 2020. (Nota: Casi todo lo relacionado al espacio
usualmente se atrasa años o décadas). Ahí aquellos viajeros tendrán que
arreglárselas para abordar desde un espacio comparativamente menos chic,
la Estación Espacial Internacional, la cual trabaja con Axiom y otras
empresas de posibles estaciones espaciales comerciales.
La
estación de Axiom puede albergar a ocho pasajeros, incluido un
astronauta profesional. Cada uno pagará 55 millones de dólares por la
aventura, que incluye quince semanas de capacitación; gran parte de esta
se dará en el Centro Espacial Johnson de la NASA, a diez minutos en
auto desde la sede de Axiom. Hasta ahora, tres personas se han apuntado
para dar esa capacitación en tierra firme, cuyo precio inicial es de un
millón de dólares, comentó Suffredini, aunque rechazó nombrarlas. El
viaje inaugural tan solo costará 50 millones de dólares. “¡Es una
ganga!”
Acampado de lujo, a 400 kilómetros de altura
Para
entender la escala de los planes de Axiom, ayuda saber que los
astronautas la han pasado algo mal allá arriba hasta ahora. El Centro
Espacial Johnson contiene un modelo tamaño real de la ISS, cuyo interior
beige y monótono está forrado con agarraderas grises lisas para
mantener fijas las cosas y a las personas, lo cual es necesario debido a
la falta de gravedad. No hay regaderas.
“Para
las pocas personas que han entrado en órbita como turistas, esta no ha
sido una experiencia de lujo; más bien ha sido como ir a acampar”, dijo
Suffredini. La estación de Axiom también tendrá agarraderas, pero no
serán grises: gracias a Starck estarán chapadas de oro o envueltas en un
cuero muy suave, como el del volante de un Mercedes. Las cabinas
privadas de Axiom tendrán pantallas para ver Netflix y relajarse —no hay
mucho que hacer allá arriba, aunque salir a dar un paseo espacial es
una posibilidad— y habrá una enorme cúpula con muros de cristal para
reunir a los viajeros y disfrutar de una vista más panorámica de la
Tierra, quizá con una bebida.
“El
vino y los cocteles funcionan bien”, dijo Michael Baine, el ingeniero
en jefe de Axiom. “La cerveza y las bebidas carbonatadas no son
prácticas. No se cuenta con la gravedad necesaria para separar el
dióxido de carbono en tu estómago, y eso causa mucha inflamación”.
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