Algunas razones para viajar a India durante el monzón
Desde siempre, el monzón ha sido visto como
un estigma para aquellos viajeros que desean viajar a India en verano.
Sin embargo, los vientos y lluvias que recorren el subcontinente de sur a
norte de junio a noviembre, ofrecen convincentes razones para viajar a
India durante el monzón.
La transformación de la India
El monzón es visto por los indios como una forma de limpiar la Tierra y a sus gentes. Durante los meses de verano, miles de locales se agolpan en las playas de Mumbai para contemplar la apertura de los cielos, la actividad agrícola se detiene
y las plegarias por un monzón suave que riegue los campos se despliegan
por toda la India. Más que un simple fenómeno estacionario, como podría
tratarse en cualquier otro país del mundo, en India el monzón es un
espectáculo, un estilo de vida épico y espiritual.
Limpiar las impurezas
El ayurveda, una de las terapias naturales más famosas de India, se aplica especialmente en un estado de Kerala convertido en meca del wellness. Durante los meses de monzón, los retiros de yoga en mitad de la selva se convierten en un deleite cuando la lluvia cae sobre el paraíso, al mismo tiempo que los efectos del ayurveda son más efectivos en una época en la que la atmósfera fría abre los poros
de nuestra piel más fácilmente, permitiendo que los aceites y
tratamientos aplicados penetren con mayor facilidad en nuestro
organismo.
India festiva
Gente bailando bajo la lluvia y largas peregrinaciones son solo una
muestra de esa India monzónica que también se permite más de un festival
en honor a este fenómeno. Por ejemplo, en Rajastán, uno de los estados más áridos de India, el monzón se vive en la ciudad de Jaipur a través de festivales como el Teej,
el cual celebra la unión del hombre con la naturaleza, la lluvia y la
madre Tierra a través del dos Shiva y su consorte Parvati. Celebrado
entre los meses de julio y agosto, el Teej es la mejor ocasión para
contemplar danzas típicas de pueblos remotos como el ghoomer, bañarse en los colores de su cultura o dejarse llevar por los bazares festivos de la Ciudad Rosa de India.
Biodiversidad en los Ghats
Tres cuartas partes de todas las precipitaciones que caen al año en India tienen lugar durante el monzón haciendo crecer las cosechas y, también, transformando por completo la naturaleza. Uno de los mejores ejemplos es el cambio en la biodiversidad de los Ghats occidentales, cadena montañosa que aglutina hasta 39 patrimonios de la Unesco.
Durante la época del monzón, los flamencos europeos llegan hasta los
estanques de Pimpalgaon Joge Dam, la lluvia desata la floración de miles
de flores y el aumento de poblaciones de elefantes y otras especies
mientras campos de té como Munnar adquieren un verdor mágico, casi místico.
Precios más económicos
La llegada del monzón impulsa la off-season de India durante los meses de julio y agosto, motivo por el que los precios son mucho más baratos.
Un descenso que, en muchas ocasiones, se debe al rechazo de los
viajeros a visitar India durante los meses de verano sin saber que las playas de Goa respiran aún más, el Triángulo Dorado sigue siendo igual de visitable y el sur se convierte en un edén lleno de sensaciones.
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